PIXIE

Pixie es un bonito gatito negro regalado por una amiga de carol y jorge. 

El día de la recogida Carol lo tomó con delicadeza entre sus brazos, y Jorge lo envolvió en su chaqueta para protegerlo del frío. En ese instante, el pequeño supo que había encontrado un refugio. Le llamaron Pixie, en referencia al grupo "the pixies" y porque tenía la magia de un duende travieso y la ternura de algo muy especial.

Los primeros días fueron un desafío: biberones a media noche, mantitas tibias y mimos constantes para que no se sintiera solo. Pixie, con su pelaje negro brillante y sus ojitos curiosos, se fue llenando de vida poco a poco. Y como suele ocurrir con los gatos, no tardó en conquistar cada rincón de la casa… y del corazón de la familia.

Con el tiempo, Pixie se volvió un compañero inseparable. Travieso y juguetón, pero también cariñoso y leal, acompañaba a Carol mientras leía, y se acurrucaba en el regazo de Jorge durante las siestas de domingo. Aunque había llegado al hogar siendo apenas un bebé indefenso, con el amor y los cuidados de su nueva familia, Pixie floreció en un gato fuerte, curioso y lleno de personalidad.

Hoy, cada vez que lo ven dormir plácidamente o corretear por el salón, Carol y Jorge recuerdan aquel día en que decidieron abrirle la puerta y darle un hogar. Y siempre coinciden en lo mismo: en realidad, fue Pixie quien los eligió a ellos.